ENTREVISTA EN LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 
 
    
     Una entrevista no es una cosa extraordinaria. En términos más simples, es una conversación que tiene un propósito o meta Binghan y Moore, 1924; Matarazzo, 1965). 

     Las entrevistas han sido parte de la vida cotidiana por siglos. Se dan en las interacciones entre alguien que emplea y los aspirantes a un trabajo, entre los abogados y sus clientes, los ciudadanos y sus representantes, entre los padres y los maestros, los doctores y sus pacientes y por supuesto entre los clínicos y sus clientes. Por lo tanto es importante reconocer que los clínicos únicamente han adoptado y perfeccionado la entrevista; ellos no la inventaron.

     El hecho de que las entrevistas sean una forma de conversación muy parecida a otras, hace que sean una fuente natural de información clínica acerca de las personas, un medio sencillo de comunicarles la información, y una forma conveniente para intentar ayudarlas. Las entrevistas son flexibles, no son muy costosas, son fáciles de manejar y, lo que es más importante, pueden dar al clínico muestras simultáneas de la conducta verbal y no verbal del cliente. Estas ventajas hacen que la entrevista sea útil en diferentes situaciones.

     Las Entrevistas iniciales probablemente son la más común de las entrevistas. El cliente se acerca al clínico por algún problema cotidiano; su acercamiento puede ser voluntario o involuntario como en el caso de criminales, jóvenes u otros. El psicólogo puede tener poca o ninguna información acerca del cliente, así que la o las primeras entrevistas se dirigen principalmente a determinar la naturaleza y el contexto del problema. El entrevistador puede usar la información obtenida en esta situación para decidir si él o ella (o la institución que representa) pueden o no ayudar adecuadamente, prestar servicios posteriores a la evaluación, o tomar alguna otra decisión. 

El entrevistador se debe preguntar: 

"¿Puedo o podemos trabajar con esta persona?"
"¿Tengo o tenemos experiencia para tratar este tipo de problema?"
"¿Puede o podemos hacer algún bien?"

     Si la respuesta, después de una o varias entrevistas, es "no", el clínico habitualmente refiere al cliente a otra institución psicológica, psiquiátrica, médica o social en que haya otros servicios adecuados. Si se considera que es necesario un mayor número de entrevistas, se pueden programar sesiones adicionales de evaluación o tratamiento.
     La mayor parte de los clínicos llevan a cabo sus propias entrevistas para tomar datos generales, pero en muchas instituciones (por ejemplo, las clínicas de salud mental de los municipios) y grupos profesionales, las trabajadoras sociales u otro personal pueden llevar a cabo esta función.


ETAPAS DE LA ENTREVISTA

     Por lo común se piensa que las entrevistas tienen un principio, un desarrollo y un fin, como cualquier otro evento que se desarrolla a través del tiempo. Sin embargo, ésta es una grande y excesiva simplificación ya que tales etapas "puras" pueden no estar presentes o no ser distinguibles en todas las situaciones.

     Las entrevistas iniciales o las que tienen como propósito identificar problemas son las que más probablemente pasen por las tres etapas de una manera más "clara". Por lo general, comienzan con los intentos para hacer que el cliente se sienta a gusto y preparado para hablar libremente (primera etapa), continúan con una etapa central de toma de información (segunda etapa), y terminan con alguna exposición que resuma la información, las preguntas del cliente y, si es adecuado, los planes para posteriores entrevistas (tercera etapa). En las últimas entrevistas de evaluación la extensión y la claridad de estas etapas varía. A medida que el cliente conoce al clínico y la situación clínica, la primera etapa probablemente se hará más corta mientras que la segunda se hará más larga. Igualmente, la tercera etapa puede ser muy breve al principio, y hacia el final en la última entrevista de evaluación puede llevarse casi todo el tiempo disponible.

     Las entrevistas de tratamiento a veces siguen un formato de tres etapas muy diferentes. Una sesión puede empezar con el reporte que el cliente hace de sus pensamientos y acontecimientos que sucedieron desde la última entrevista, continúan con cualquier procedimiento de tratamiento que se esté empleando y concluyen con un resumen del progreso que se está teniendo, los planes para la siguiente entrevista y algunas indicaciones para la "tarea". Otras situaciones de la entrevista,
como las que se refieren a crisis, orientación y término pueden no estar organizadas a propósito de un marco de principio, en medio o fin. Sin embargo, el modelo de tres etapas proporciona una guía conveniente para organizar la siguiente revisión del curso y las tácticas de las entrevistas clínicas "típicas".


Comentarios

Entradas más populares de este blog